La flor es el órgano reproductor de las plantas, donde se realiza la reproducción por semillas. En el interior de las flores, se une una célula sexual masculina y una célula sexual femenina, para formar un fruto y posteriormente, las semillas. Luego, esas semillas desarrollan nuevas plantas.
Las semillas
La mayoría de las plantas se reproducen por semillas. La semilla se
origina por un proceso sexual, entre la unión del gameto femenino con el gameto
masculino, y dentro de ella se produce algo parecido al embrión. Si se siembra,
la semilla germinará y crecerá una nueva planta.
Esta forma de reproducción
consiste en el desprendimiento natural o artificial de una parte de la planta,
que son capaces de crecer hasta formar un nuevo individuo, semejante a la
planta de la cual se desprendió. Cuando una planta se reproduce de esta manera,
la planta madre y la planta hija tienen algunas características diferentes. Por
ejemplo, pueden tener flores de otro color, frutos más pequeños, o ser más
resistentes a alguna enfermedad. Las semillas varían de forma y tamaño. Hay
semillas muy pequeñas como las de pimentón y tomate; hay semillas muy grandes
como las de mango y cocotero. Según la forma, pueden ser arriñonadas, redondas,
aplanadas, rugosas, entre otras.
La Germinación
El proceso por el que una semilla da origen a una nueva planta se llama
germinación. Para que suceda, es necesario que se den ciertas condiciones
favorables.
Que la semilla esté madura, en buen estado y con su embrión sano.
Aire suficiente, calor y luz del sol.
En la medida que el embrión se va desarrollándo, se produce el
crecimiento de la planta.
Las semillas conservadas en
ambiente seco, pueden mantener sus propiedades y germinar al cabo
de cierto tiempo. Las de los cereales pueden guardarse con capacidad de
germinar durante 50 o 60 años. El proceso de germinación ocurre en varias
etapas, por ejemplo:
La germinación de un grano de caraota se realiza en varios pasos.
Primero la semilla se entierra en el suelo. Algún tiempo después se asoma la
raíz que crece hacia abajo. Después sigue creciendo la raíz y sale un tallito
que crece hacia abajo. Después sigue creciendo la raíz y sale un tallito que
crece hacia arriba buscando la luz. Por último, aparecen las hojas.
Después de la germinación, la planta crece poco a poco hasta convertirse
en una planta adulta, pueden llegar acrecer hasta 50 metros. El tiempo de vida
es variable, generalmente, los árboles viven muchos años, pero otras plantas
viven sólo un año.
Propagación vegetativa natural
Además de la reproducción por semillas, las plantas también pueden
reproducirse por propagación vegetativa, que consiste en el desprendimiento
natural o artificial de partes de una planta, que son capaces de crecer hasta
formar una nueva planta, semejante a la planta de la cual se desprendió.
La propagación vegetativa natural, es de varios tipos según la parte de
la planta que intervenga. Las más comunes son:
Por tallo: si son horizontales y crecen por encima de la tierra, se llaman
estolones. Por ejemplo, la fresa se propaga por estolones. Si los tallos crecen
por debajo de la tierra, es decir, subterráneos, se llaman rizomas, como el
jengibre. Los rizomas y los estolones forman raíces.
Por bulbos: son tallos subterráneos modificados a partir de los cuales surgen
nuevas plantas. Algunas plantas como la cebolla, el ajo y el tulipán poseen
bulbos.
Por raíces: las raíces horizontales de varias plantas sirven como medio de
propagación vegetativa, de la misma forma que lo hacen los estolones y los
rizomas, pero no forman raíces. Ejemplo de propagación de este tipo, son las
dalias y las batatas.
Por hojas: en algunas plantas, cuando las hojas verdes caen, pueden
desarrollar raíces, crecer y convertirse en nuevas plantas.
Propagación vegetativa artificial
Los humanos recurre a otros medios de reproducción, para obtener
cosechas de mejor calidad y con mayor cantidad. Algunos de los tipos más
comunes de reproducción vegetativa son:
Por estaca: la estaca es
una rama pequeña con unos nudos y yemas, después que se separa de la planta y
se siembra en la tierra, inmediatamente, le salen unas raíces que se
desarrollan rápidamente y se convierten en una nueva planta. Comúnmente se usa
el tallo, pero el uso de fragmentos de cualquier parte de la planta para la
propagación, también puede considerarse dentro de esta técnica. Esta
reproducción se da en la yuca, el rosal y la caña de azúcar.
Por acodo: consiste en doblar una rama de una planta, enterrarla y cuando tenga
raíces, separarla de la planta madre. La acodadura se diferencia de la estaca,
en que la formación de las raíces ocurre antes y no después de la separación.
Como ejemplo esta la mora.
Por injerto: consiste en introducir un fragmento de tallo a otra planta, ambas
de la misma especie o género, pero generalmente de una variedad diferente. Esto
es posible debido a que las plantas pueden soldarse cuando están en íntimo
contacto. Esta reproducción es ventajosa en el caso de los árboles frutales que
al ser sembrados por semillas, o no dan frutos o tardan mucho tiempo en
fructificar.
Desde el punto de vista
económico, la reproducción vegetativa requiere menos gastos y la cosecha es más
rápida.
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